lunes, 4 de abril de 2016

Hoy, casi un año después, he soñado...



Hoy nos cuenta su experiencia en el voluntariado Noelia, que estuvo hace justo un añito trabajando como voluntaria en Marruecos y que ha querido compartirlo con todos nosotros :). Muchas gracias zina! 

"Hoy, casi un año después, he soñado...
He soñado que volvía a Taqznat, he soñado con sus calles, con su gente, con su alegría y sus días de sol. 
He soñado con todos esos valores que me transmitieron y todo lo que aprendí.
Y por unos minutos, ha sido como estar allí otra vez.
 La idea de participar en un voluntariado me había rondado mucho tiempo la cabeza, pero siempre había algo que me detenía. Hasta que llegó una época en que no sé muy bien cómo ni por qué, pero esta idea pasó a ser casi una necesidad, necesitaba vivir esa experiencia, conocer mundo, conocer nuevas personas…
No fue fácil decidir, al principio quería irme a Tanzania o India, después ya reduje distancias y pensé en Marruecos y fue entonces cuando encontré la Asociación Amal Taznaqt y lo tuve claro, era esta con la que iba a colaborar.
Después de inscribirme y confirmarlo todo la espera se me hizo eterna, contaba los días y no pensaba en otra cosa. Me comían por dentro las ganas de que llegase. Y aún recuerdo los nervios tal día como hoy de pensar que me quedaban menos de 24horas para llegar a donde realmente empezaba lo que sería una de las mejores, si no la mejor, experiencias que he vivido.


Yo iba a Taznaqt de voluntaria, mi idea era que yo iba a ayudar en el colegio, en la asociación de mujeres...y puede que lo hiciese, sí, pero conforme llegué allí me di cuenta de que ellos me iban a ayudar a mi mucho más. Me ayudaron con todo lo que me transmitieron: alegría, valores, cultura. Me ayudaron a ver las cosas desde otra perspectiva, a crecer como persona.
Es difícil explicar lo que se siente al ver a todos los niños ponerse en círculo a tu alrededor, verlos jugar por las calles y que viniesen a esperar en la puerta de la casa para que jugases con ellos, al hablar con la gente de allí y ver cómo es su día a día,...Y todo esto sin móviles, sin teles y sin un montón de lujos más, que aunque nos puedan parecer una tontería es algo a lo que estamos acostumbrados y que en cierto modo nos atrapa.
Durante toda la estancia allí no todo fue bonito, es verdad que es un país en el que existe pobreza y el nivel de vida es distinto al nuestro. Recuerdo el día en el que fuimos a visitar a los niños del orfanato y el hospital, y como nos impactaron las condiciones en las que estos se encontraban. Y también como en los días que pasamos por otras ciudades, al ir paseando por la calle podías ver claramente la gran diferencia entre aquellos con un nivel de vida bajo y uno alto.
He tratado de escribir mi experiencia muchas veces pero siempre me quedaba a medias, ya que lo que aquí cuento, es solo una parte, porque resulta casi imposible  transmitirlo todo, como me gustaría. 



 Nunca me habría imaginado que una experiencia como esta me marcaría tanto. Aún recuerdo el momento en que les dije a mis padres y amigos que me iba a Marruecos, todos aquellos a los que se lo decía y me respondían "¡estás loca! ¿tú sabes lo que vas a hacer? ..."(y cosas que prefiero ni recordar). Esto me sirvió para darme cuenta del nivel al que llegan a afectar a veces los medios de comunicación y los estereotipos que se crean. Pero sin embargo, nada de lo que me dijesen me iba a hacer cambiar de opinión ya que yo lo tenía claro, hacía mucho tiempo que quería participar en un proyecto como este.
Después de todo esto, de cada minuto vivido allí, de cada cosa aprendida, cada persona conocida, puedo decir que no me arrepiento de nada y que repetiría una y mil veces más. Y aunque no sé cuándo, sé que volveré porque parte de Taznaqt quedó en mí.





Y a todo aquel que esté dudando sobre lo que quiere hacer, ya sea un voluntariado o cualquier otra cosa, solo le puedo decir que los sueños hay que perseguirlos por inalcanzables que parezcan. Sin prisa, porque ‘la prisa mata’.




jueves, 24 de marzo de 2016

¡YO CIERRO LA BRECHA!

¡La Prisa Mata va a participar en un nuevo proyecto!


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Vamos a participar en la campaña ‪#‎YOCIERROLABRECHA‬. ¡Una gran campaña! 
¿Y como lo vamos a hacer? Dado que no tenemos viajes planeados a Marruecos en un futuro cercano (no por falta de ganas, desde luego), hemos decidio participar en este proyecto de una buena amiga. Para ello, vamos a intentar vender lo que nos queda de la tienda solidaria, y con los posibles beneficios, sumados a lo que ya tenemos, hacer nuestra pequeña aportación, nuestro granito de arena.
Resumidamente, la campaña #YOCIERROLABRECHA, apuesta por el desarrollo humano local a través de la adquisición de competencias en el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), que serán herramientas para el desarrollo local de la aldea amazigh (Marruecos), promoviendo la participación local y global de las y los pequeños, el intercambio de conocimiento y acceso a una red comunitaria participativa. Con las aportaciónes económicas de la gente, recaudarán al menos 1.800€ para, en una primera fase, dotar al colegio Tamazighet de recursos físicos básicos para el uso de las TIC del alumnado, tales como 10 equipos informáticos, una impresora, cartuchos de tinta, un par de altavoces y seis regletas con enchufes.
¿Les ayudamos? ¿Cerramos la brecha?

Los productos que quedan disponibles en la tienda solidaria son los siguientes:

  • 16 pintalabios bereber
  • 10 piedras pómez
  • 25 pintalabios mágico marroquí (verde)
  • 7 khol en polvo
  • 13 botecitos recambio de khol en polvo
  • 5 botecitos de Karité
  • 2 botecitos de acite de Argán
  • 3 botecitos de acite de rosas
  • 16 pastillas de Almizcle
  • 24 pastillas de Ámbar



PRECIOS Y OFERTAS

  • Pintalabios verde: 2€
  • Pack de 3 pintalabios verdes: 6€
  • Caja de 6 pintalabios verdes: 10€
  • Un bote de khol: 3€
  • Khol en polvo: 3€
  • 3 botes de khol: 8€
  • Un bote de khol + dos pintalabios verdes:  6€
  • Un bote de khol + pack 6 pintalabios (verde o colores): 12€
  • Pastilla de almizcle o ámbar: 2,5€
  • 3 pastillas de almizcle o ámbar: 6€
  • Piedra de pómez: 3€
  • Pintalabios bereber: 3,5€
  • Aceite de Argán: 4€
  • Aceite de flores: 3€

Además, y como bien se explica después en la descripción del proyecto, tenéis distintas maneras de participar y aportar vuestro granito de arena. 

Como siempre decimos... ¡si nos unimos, todo es posible!



#YOCIERROLABRECHA



Campaña de recaudación de fondos para la dotación de equipos 
de informática al colegio de Tamazighet, Marruecos. 

Asociación Hart Afrika


Tamazighet es una pequeña aldea amazigh, de la comunidad achelhi, de apenas 600 habitantes, cercana a la capital de su provincia, Ouarzazate. Su día a día se desempeña en las montañas del lugar, trabajar de sol a sol no es nada raro en Tamazighet, donde la mayoría de sus habitantes practican una agricultura basada en el trabajo familiar y orientada sobre todo al autoconsumo. 

Las estrechas relaciones de la comunidad de Tamazighet, su milenaria identidad cultural achelhi, su gastronomía, su música y su lengua tachelhit, una de las más habladas del tamazight, conservan intactas sus profundas raíces en tierras norte-africanas. Pero esto no parece suficiente para una sociedad cada vez más acelerada, más globalizada e interconectada. 



En la pequeña escuela de la aldea, 75 niñas y niños acuden a sus clases diarias, en las que diferentes niveles se mezclan y reciben enseñanzas similares. Desde el nivel pre-escolar hasta la educación secundaria, en cuatro aulas y educadas/os por cinco profesores/as, las y 2 los pequeños de Tamazighet aprenden conocimientos escolares básicos. 

El futuro escolar de estas niñas y niños empieza a fluctuar a partir de la educación primaria, sobre todo el de ellas. Siguiendo la tendencia nacional marroquí, las y los menores imazighen abandonan sus estudios desde muy temprano. Ellas, a partir de los 12 años, con apenas 5 años de escolarización. Ellos, al terminar la educación secundaria, raramente continúan estudiando bachiller y casi ninguno ha ido o pretende ir a la universidad.

Las familias imazighen no pueden asumir los gastos escolares de sus hijas e hijos, y la inversión estatal en Educación no es suficiente. Tampoco lo es el programa escolar estatal estipulado, que se basa en la enseñanza tradicional, con escasos recursos que permitan ajustarse al tiempo y el espacio global actual. Y si alguna o alguno de los jóvenes ichelhiyen de Tamazighet quisiera incorporarse al mercado laboral en un futuro, lo más probable sería que formase parte del éxodo rural que sufre Marruecos, migrar a las grandes ciudades de Casablanca, Marrakech, Tánger o Rabat, tal y como lo han hecho hasta ahora, y adaptarse en tiempo récord a las demandas del empleo laboral precario, accediendo a puestos de trabajo con una baja remuneración, horarios difíciles, mayor carga física que otros y subsistiendo en una humilde casa en la periferia de la ciudad. En el caso de las jóvenes, su futuro dependerá de su papel reproductivo y de cuidados en su familia, casada y con varios hijos, bien en la aldea, bien donde trabaje su marido, así lo determina el rol de género al que se enfrentan 3 cada día las mujeres mundialmente. 


Ante estas circunstancias, y previa petición de la escuela de Tamazighet, la Asociación Hart Afrika, en colaboración con la Asociación local Tmazert para el Desarrollo Sostenible, el Agua y el Medio Ambiente, se han propuesto mejorar la situación de las y los jóvenes de la aldea amazigh y transformar de forma positiva su educación. Creemos que el cambio en la educación escolar que reciben en la escuela tiene que adaptarse a ese tiempo y espacio que le ha tocado vivir, y con ello minimizar los efectos devastadores de la brecha digital , reflejo de la brecha social mundial. Según datos de 2014 del Informe del Banco Mundial, en Marruecos sólo el 54,8% de sus habitantes son usuarios de Internet, es decir, tienen acceso, que no disposición plena, a la red mundial, estando sólo 3 de cada 100 marroquíes abonadas/os a Internet por banda ancha fija.

 

La ausencia de equipos propios para la conectividad, la inexistencia de formación para la alfabetización digital e informacional en la educación escolar y el acceso desigual a las TIC's por razones vinculadas al género, son algunas de las dificultades que encuentra la aldea de Tamazighet para suavizar las consecuencias de la brecha digital.

(La brecha digital es la separación existente entre las comunidades de los países del Sur, en vías de desarrollo, y los países del Norte, los llamados países desarrollados, debido a que unas no disponen de las TIC o no saben siquiera utilizarlas, y otras ya las han incluido en su actividad diaria. )

Con la campaña #YOCIERROLABRECHA, Tamazighet, Tmazert y Hart Afrika apuestan por el desarrollo humano local a través de la adquisición de competencias en el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), que serán herramientas para el desarrollo local de la aldea amazigh, promoviendo la participación local y global de las y los pequeños, el intercambio de conocimiento y acceso a una red comunitaria participativa. 

¿Por qué #YOCIERROLABRECHA? 
Queremos invertir la apertura de la brecha digital y social que sufre la aldea de Tamazighet, activando un espacio físico dinámico de capacitación, expresión y participación social y cultural de la infancia de forma segura, responsable y protegida, adaptado a las exigencias digitales de un mundo cada vez más conectado. 


¿Cómo #YOCIERROLABRECHA? 
Con tu aportación económica, recaudaremos al menos 1.800€ para, en una primera fase, dotar al colegio Tamazighet de recursos físicos básicos para el uso de las TIC del alumnado, tales como 10 equipos informáticos, una impresora, cartuchos de tinta, un par de altavoces y seis regletas con enchufes.

(En caso de no lograr este objetivo, se dará prioridad a la compra de los equipos informáticos, iniciando nuevas campañas de recaudación posteriormente. En caso de superar el objetivo de recaudación, parte del dinero se destinará  a la compra de una pantalla de proyección y un proyector.)

¿Para qué #YOCIERROLABRECHA? 
Para, tras la instalación de los equipos informáticos, lograr... • Capacitar a las y los menores de Tamazighet en competencias básicas informáticas y digitales que complementen y faciliten su educación escolar. • Promover el desarrollo de habilidades y destrezas de indagación, reflexión, comunicación y participación de la infancia y de la juventud de Tamazighet. • Realizar diversos talleres de creatividad digital adecuados a la infancia y a la juventud de Tamazighet. 


¿Cómo me aseguro de que #YOCIERROLABRECHA? 
Cada aportación será notificada en el Facebook de Hart Afrika, con actualizaciones periódicas que indiquen la procedencia y la cantidad de dinero recibida y la cantidad restante para llegar al objetivo de la primera fase, también incluiremos un informe final en nuestra página web. 

¿Cómo puedo colaborar con #YOCIERROLABRECHA?
Puedes colaborar directamente de forma económica, a través de la compra de las pulseras solidarias que pondrá a la venta Hart Afrika, o con ingresos puntuales por transferencia bancaria, o haciendo tu aportación en las huchas solidarias que repartiremos. También puedes colaborar indirectamente a través de la difusión de nuestra campaña a todos tus contactos desde tu blog, Facebook, Whatsapp, etc. O también puedes organizar un mercadillo solidario para las y los peques de Tamazighet, poner huchas solidarias en tu pueblo o ciudad, crear artesanía solidaria, conciertos solidarios, actividades en beneficio de #YOCIERROLABRECHA...¡cualquier idea será bien recibida!. 

Gracias por tu atención y colaboración. Si tienes cualquier consulta, no dudes en escribirnos a hartafrika@gmail.com, estaremos encantados/as en contestarte.


miércoles, 20 de enero de 2016

Esa gran primera vez



En  el momento en el que me decidí a ir a Marruecos, hace ya tres años, me apoyaban muy poquitas personas de mi entorno, por no decir una, mi mejor amiga, que fue la que me insistió en que tenía que conocer al país vecino y a la que le debo este gran descubrimiento.
Iba por fin a realizar un voluntariado, a conocer gente, a salir de la zona de confort para empaparme de toda una cultura nueva para mí. Me fui sola, unos días antes que todos los demás voluntarios, y allí me esperaba el coordinador de la asociación, con el que, junto con sus amigos y compañeros que nos acompañaron el resto del viaje, pasé cuatro días en pleno Ramadán. 
Recuerdo como me sentía en esos primeros momentos, cuando aterricé y estaba esperando la llegada de Rachid, como me sentí en el coche de camino a la casa en Marrakech, con la música, viendo las banderas de Marruecos por toda la avenida, viendo las motos repletas de gente, los carros.. estaba realmente fascinada.
La primera tarde, en la habitación que me prepararon y en la que me pasé toda la tarde metida, ya que ellos estaban durmiendo, me pregunté a mi misma que qué hacía ahí, me sentía un poco sola, como fuera de lugar, pero creo que fue por mi propia mentalidad de aquel entonces, por no saber donde meterme o porque nunca había experimentado la sensación de estar sola en otro país, con un idioma y una cultura completamente distinta a la tuya y empiezas realmente a pensar en todo lo negativo que te han dicho antes de irte, incluso puedes hasta dudar de si has hecho bien o no. Pero todos esos pensamientos se olvidaron en cuanto escuché a Rachid llamarme para decirme que nos teníamos que preparar para cenar, que en un ratito ya se podía comer.


De repente, les vi a todos mucho más activos, más alegres, todos colaborando preparando la cena y preguntándome cómo es que había elegido Marruecos, qué hacía en España, cómo era mi familia… empecé a sentir que yo también formaba parte de aquello, estábamos compartiendo la misma comida del mismo plato, me enseñaban qué era lo que comía, me contaban anécdotas sobre sus vidas para que les fuese conociendo y me mostraban sus mejores sonrisas haciendo que olvidase por completo mis preocupaciones de esa misma tarde.
Desde ese momento los siguientes días fueron geniales y si no hubiese sido gracias a ellos no habría conocido ni la mitad de cosas que conocí, ni aprendido tanto sobre sus costumbres y valores.
Con esto quiero decir, que estamos prácticamente absortos en una sociedad y en una educación que nos hace ver lo distinto como malo, haciéndonos creer que lo que hacemos nosotros es lo correcto y desconfiando de todo lo desconocido, en vez de generar en la sociedad un sentimiento y un valor de respeto hacía lo distinto.
Nosotros cuando vamos allí, en la mayoría de los casos,  nos encontramos con una gente que de verdad te quiere dedicar tiempo, ya fuera del interés que le puede proporcionar a la gente marroquí que seas turista o no, si vas con ganas de aprender ellos también lo notan y es entonces cuando también cambian un poco ese rol, y tratan de conseguir que te vayas de allí con el mejor sabor de boca posible, tratan de mostrarte como viven, te escuchan, te preguntan, te cuentan su día a día, historias de su familia y maneras de ver la vida muy distintas y no por ello menos valiosas que las nuestras.

En Marruecos he consolidado el valor de la familia, de la unión, del preciado regalo del tiempo, el valor de compartir absolutamente todo, y eso es algo que tengo que agradecer, y que hace que necesite volver una y otra vez, para escapar de todo este interés, de todos estos prejuicios, de todo el consumismo y egoísmo que veo día a día aquí, de la falta de tiempo, de las prisas, de la falta de unión y empatía.. Y es que encontrar lo contrario en un punto exacto del planeta hace que le hagas irremediablemente un hueco en tu corazón para siempre... y que ir signifique inyectarte un poquito de ese estilo de vida para compartirlo con los tuyos aquí, que se entusiasman igual que tú aunque todavía no lo hayan conocido, o para soportar de la mejor manera posible al resto de la gente que te ofrece su cara de extrañeza más grande y te mira como un bicho raro o como un imposible.
En fin, feliz miércoles!

martes, 12 de enero de 2016

¿Dónde se está mejor que en tu propio hogar?

Hoy publicamos otra de las historias que nos van contando, las cuales compartimos con la idea de que la gente también sepa como se sienten las personas cuando tienen que dejar su propio hogar, que no hay mejor forma de saberlo que escuchándolo de ellos mismos y tratando de entender y empatizar en vez de juzgar, que es lo fácil.. 
En este caso, nos habla el padre de un buen amigo nuestro, que ya lleva sus años en España pero que ha dejado muchas cosas atrás y no deja de añorar su país natal, Marruecos, en concreto de Assilah, ciudad costera que nos encanta visitar y que engancha con sus calles llenas de luz.

 "Llegué a tomar la decisión de emigrar por que la situación que se vivía en el país y en casa ya era insostenible y no la podía soportar, había que buscarse la vida para poder tener algo en un futuro.  Elegí España ya que tenía un amigo en el país, por lo que me iba a ser mucho más fácil adaptarme que yéndome a otro país en el que no contaría con ningún apoyo, siendo una decisión tan difícil dejar tu país para irte a uno nuevo en el que no vas a tener a nadie de tu familia, que es lo que más extraño de Marruecos. 
Llegué en ferry y bus, por aquellos años era más fácil emigrar, de hecho, mi mayor dificultad fue tener que dejar a mi mujer y a mi hijo pequeño allí durante un tiempo, hasta que tuviese seguro que en España estaríamos mejor.
Hubo momentos en los que me arrepentí de haberme ido de allí, sobre todo en lo que respecta a la educación de mis hijos, me di cuenta de que no aprendían igual las costumbres y la religión que si hubiesen vivido en Marruecos, en casa intentamos siempre que aprendan esos valores que hemos tenido en nuestra familia y que tratamos de mantener, pero es difícil cuando estás en un país con una cultura completamente diferente a la tuya.
Hoy por hoy, a la gente marroquí que estuviese pensando en emigrar le recomendaría que no lo hiciesen, ya que no hay ni punto de comparación de cómo se vivía antes allí a como se vive ahora. Marruecos ha avanzado, y cada vez avanza más, y para mí no compensaría en estos momentos emigrar buscando algo mejor, ya que dejas muchísimas cosas y lo que recibes no llena todo ese vacío.
Recuerdo que cuando llegué al país hubo momentos en los que me sentí discriminado, no había muchos marroquíes en España y era difícil integrarse en la sociedad cuando te topabas con gente con prejuicios, pero actualmente no he sentido ningún tipo de discriminación, ya son muchos años los que llevo aquí.
Al principio, me costó mucho el tema del idioma, no sabía español y tuve que aprenderlo rápidamente. Pero lo que más me costó, volviendo al tema de la educación de mis hijos y de mi propia experiencia personal, fue el tema religioso, no puedes comer lo mismo que los demás ni celebrar lo mismo, tienes que tener claro que no vives en un país musulmán como estás acostumbrado, y que ha sido un país por lo general católico, por lo que las fiestas son distintas, el Dios es distinto, y ha sido el punto más difícil de equilibrar desde que llevo aquí.
Cuando echo la vista atrás a veces me paro a pensar en todo lo que he dejado en el camino, a mi familia, a mis amigos, a mi país... por lo que siempre trato de volver y pasar tiempo con ellos, volver a pisar mi tierra, ya que... ¿Dónde se está mejor que en tu propio hogar?."


Una vez más, agradecemos a todos los que nos dedican un ratito para contarnos su propia experiencia y sus impresiones, si estáis dispuestos poneros en contacto con nosotras, ya sea a través del blog, de la página de Facebook, o de nuestro correo electrónico: estheryaneprisa@gmail.com.

Mil gracias! :)